Dave Bixby

Cuando se habla de artista, o álbum de culto, Dave Bixby es un ejemplo perfecto. El cantautor estadounidense se inició en el circuito folk a mediados de los años 60, y se vio inmerso en la vorágine de la era psicodélica en la que se encontró atrapado por el LSD, que consumía cada día y que lo hundió en una miseria personal de la que finalmente pudo escapar, paso por secta autodestructiva incluida.

Es en su legendario disco «Ode to Quetzalcoatl» (1969), grabado y editado de forma casera y que lógicamente no tuvo ninguna repercusión, donde deja un testimonio crudo y desgarrador de su experiencia redentora, de la depresión y la degradación personal hacia la luz y la esperanza que encontró en la fe religiosa.

La escucha del disco es una experiencia conmovedora, de una intensidad difícilmente igualable en un disco de folk, donde conviven el tormento, la culpa y la luminosidad. Sólo con guitarra acústica, toques de armónica y la pasional voz de Bixby, el desembocamiento de emociones resulta incontrolable.

Después de décadas en la sombra, el disco fue redescubierto y recuperado en el 2013 por el sello leridano Guerssen, provocando la vuelta a la actividad del artista y una inesperada ola de reconocimiento que ha elevado a Dave Bixby a un estatus de culto y que incluso ha hecho que canciones suyas sean sampleadas por raperos como Travis Scott o A$ap Rocky.